La campana toca a duelo en Barquilla, es la víspera de Todos los Santos, la noche del 31 de octubre y un año más se cumple la tradición de la Fiesta de los Ramos. Ven los vecinos cómo se encienden los Ramos en el cercano monte Calvario. En la plaza, al lado de la iglesia, ya se encuentra la hoguera encendida. Suben niños, hombres y mujeres a encender los ramos, hasta seis niños bajan con antorchas, cinco portadores y portadoras se atreven con el peso de los ramos encendidos.
Cuenta la tradición que los pastores preparaban los ramos días antes dela fiesta de Todos los Santos. Buscaban un vástago, de unos cuatro metros, lo más recto posible y manejable. Después revestían el palo de escobas, ni muy secas ni muy verdes, que sujetaban con cinchos de cáscara de torcisco,
Y sí se ha cumplido, este año de nuevo. Al atardecer llevaron el “Ramo” al Calvario que se ve desde el pueblo, donde colocaban los ramos. Cuando cayó la noche comenzó una procesión de ramos. Cada mozo moza cargando con su ramo al hombro, estaba acompañado de un ayudante que era el que lo prendía por detrás.
Los vecinos reunidos en la Plaza esperaban la llegada de los “Ramos” . Al llegar los mozos tiraban los ramos formando una gran hoguera. Tras la llegada, todos en círculo en torno al fuego bailan. Después hay tiempo para disfrutar de la unión, carne asada, patatas asadas, música y para finalizar queimada y chocolatada. Una tradición que continúa viva en Barquilla, la fiesta de los Ramos.
