Tal y como manda la tradición en Ciudad Rodrigo, las gargantillas se han quemado este miércoles de Ceniza a la puerta de la parroquia de San Cristóbal, después de la misa. El párroco Rafael Caño ha explicado que es una forma simbólica de » quemar todo lo viejo y que quede lo bueno y que el humo que sube hacia arriba sea una ofrenda de súplica y alabanza a Dios, preparación para la Pascua».